4.1 Fundamentos

La educación no es una cuestión aislada: es un aspecto integral de la sociedad y está sujeta a los altos y bajos de los cambios económicos y políticos. Si bien las instituciones, incluidas las de educación superior, se esfuerzan por garantizar estructuras sólidas que puedan proporcionar continuidad y estabilidad, son tan vulnerables a los vientos del cambio como cualquier otra estructura, sistema o servicio de la sociedad. En el pasado, la idea de que una universidad representaba estabilidad y continuidad para un tipo particular de educación formal era casi sacrosanta: la reputación universitaria estaba muy ligada a la tradición y el valor de la acreditación que uno poseía tenía que ver tanto con el nombre de la universidad o colegio acreditante como con el contenido del programa. 

Gran parte de esta situación ha cambiado, provocada por una combinación de factores. Mucho antes de que la pandemia del COVID-19 golpeara a principios de 2020, las expectativas de nuestras instituciones de educación superior habían cambiado drásticamente. Ya en la década de 1990 comenzó a aparecer el término transformación al hablar de universidades y, aunque había menos énfasis en el papel de la tecnología, ya se pedía crear una educación superior más accesible y abierta, de acuerdo con las demandas de la sociedad. El éxito del movimiento de la Universidad Abierta en la década de 1960 es un testimonio de la demanda de cambio, como se puede ver en Mega-Universities and Knowledge Media: Technology Strategies for Higher Education, de Sir John Daniel y publicado por Kogan Page en 1996 para comprender cómo la demanda de cambio en las IES ya era común. 

Esta demanda es aún más amplia hoy en día. Los gobiernos, las organizaciones internacionales, los empresarios, los interlocutores sociales, todos piden un sistema de educación superior más accesible, digitalmente alfabetizado, responsable y abierto. Véase, por ejemplo, el Plan de Acción de Educación Digital (2021-2027) publicado por la Comisión Europea, que destaca una serie de formas en que todas las instituciones educativas, incluidas las instituciones de educación superior, pueden garantizar su propia transformación digital en consonancia con el mundo cambiante en el que nos encontramos. 

Esto ha significado que las IES, independientemente de su tamaño o antecedentes, se encuentran con una gran cantidad de desafíos a medida que avanzan para adaptarse a las demandas del aprendizaje del siglo XXI. La necesidad de seguir siendo relevante, de tener en cuenta que la transformación digital está en marcha en todos los aspectos de la sociedad, de responsabilidad y transparencia deben tenerse en cuenta, siendo una presión añadida en la dirección, gestión y evaluación de las IES.

El primer módulo de esta sección sobre cómo analizar los costes trata la sostenibilidad y la financiación a la hora de poner en marcha la infraestructura de apoyo a la transformación digital.  Establecer y mantener una infraestructura técnica adecuada es una tarea desafiante, que involucra no solo al personal de alta gerencia, sino también al personal académico y de apoyo, que trata de garantizar que la infraestructura sea adecuada, flexible, rentable y rigurosa. En este módulo puedes leer más acerca de los factores que afectan a la forma en que se está llevando a cabo la transformación digital, así como algunos de los pasos prácticos que deberás considerar para garantizar un entorno digital adecuado en tu institución. 

El segundo módulo aborda el siguiente paso lógico en el proceso de transformación digital de las IES al considerar cómo acercarse al mercado laboral abordando el tema del talento digital. Por un lado, los trabajadores de las IES deben tener niveles adecuados de talento digital y, al mismo tiempo, deben analizar si sus egresados son digitalmente competentes, tanto en áreas específicas como en capacidades para satisfacer la alta demanda de talento digital del mercado laboral. En este módulo leerás más sobre las prácticas de contratación recomendadas para atraer y retener talento digital. Tales prácticas, a menudo, significan un ajuste no solo sobre las prácticas tradicionales de contratación, sino también una reconsideración sobre cómo se gestiona, reconoce y apoya la dotación de personal en general. 

El tercer módulo sobre cómo abordar el capital digital o la pobreza en la educación superior explica cómo hacer realidad la transformación digital, centrándose en las necesidades de los estudiantes. Para que una infraestructura digital sea efectiva, los estudiantes deben tener las habilidades y los recursos para acceder a todas las herramientas, recursos y apoyo en línea que necesiten. En este módulo descubrirás cómo facilitar ese acceso, comenzando por establecer los medios para que los estudiantes accedan al hardware que necesitan y considerando la conectividad y otros aspectos que juegan un papel importante en el compromiso digital de los estudiantes en todos los aspectos de la vida estudiantil, tanto dentro como fuera del campus.